Wenceslao Marcial Guillén, Wen

Wenceslao Marcial Guillén, Wen
Fundador de Los Panfleteros de Santiago

domingo, 6 de junio de 2010

Monseñor Antonio Flores Santana

Monseñor Antonio Flores Santana

Rafael A. Escotto | ACTUALIZADO 30.05.2010 - 9:58 pm








Conocí la nobleza y la infinita bondad de este pastor de un alma como si fuese creada por Dios-Padre cuando asistía desde muy niño a las clases que recibíamos los jóvenes del Santo Cura de Ars la cual se impartía de tarde en un local pequeño hecho de mampostería llamado por todos lo del lugar "la iglesita" de Pueblo Nuevo; la edificación estaba contigua a una más grande de madera donde se oficiaba misa los domingos y a la cual asistíamos todos los jóvenes de la época en extremada expresión de religiosidad y devoción infinita a Dios; siempre siguiendo las enseñanzas cristianas y las pautas hacia el bien del entonces sacerdote Antonio Flores.

Los que éramos jóvenes en aquella época inolvidable en plena Era de Trujillo, llegamos a sentir una admiración y un respeto inenarrable por este cura, enjuto de cuerpo, con un rostro de santo, de mirada serena y con un corazón como el de Jesús: lenguaje de vida y símbolo de amor misericordioso. Cuando aquel sacerdote se acercaba con su sotana negra a impartir las clases de catecismo era como si viéramos a Dios viniendo a nuestro encuentro con la palabra de amor; así defino yo la relación de monseñor Flores con nosotros.

Yo particularmente, no sé si usted, suelo ver el corazón de monseñor Flores en su fuente misma: es interioridad divina. Además este ser humano expresa un amor inigualable por la humanidad; era tan grande la confianza que sentíamos por monseñor Flores en aquellos tiempos y ahora por igual, que era como si nos dijéramos asimismo: "Oh Sangre y Agua, que brotaron del corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en vos confío".

Alguien dijo que cuando Dios quiere revelar un mensaje a la humanidad, no busca a los más importantes y sabios, sino que se revela a través de los más sencillos y humildes, que saben ser dóciles a sus inspiraciones y gracias. Así también percibíamos a nuestro amigo Antonio Flores Santana cuando éste nos revelaba sus experiencias con Dios, como si fuese un mensajero bienhechor de nuestro Señor Jesuscrito.

Recuerdo en una ocasión cuando los panfleteros de Santiago estaban en su apogeo, y el padre Hilario era quizás uno de aquellos, esperábamos los jóvenes al padre Flores una tarde de pie en el umbral de la pequeña iglesita para recibir su acostumbrada clases; de pronto se estaciona un carro de los llamados cepillos (Volswagen) amarillo usado por el Servicio de Inteligencia de Trujillo (SIN) y en lo que lució una maniobra brutal e inhumana, montaron a nuestro sacerdote a empujones en el asiento trasero del vehículo.

Sucede que al padre Flores Santana lo asociaban con los panfleteros y lo tenían como una persona clave de la resistencia contra Trujillo; yo no sé si lo era o no, lo que sí sabíamos era que este sacerdote y amigo estaba opuesto a todo lo que significara maldad y desgracia para nuestro pueblo. Aquí cabe traer finalmente una frase del Papa Benedicto XVI cuando todavía se le conocía como Retzinger: "Algo tiene que ver con lo que una vez, mucho antes de Jesús, se escuchó decir en el Sinaí. La política no sería posible sin soportes que no son políticos". Que Dios siga llenando de vida y de salud a mi amigo del alma monseñor Antonio Flores Santana.

El autor es abogado.

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